La muerte de Santiago y Máximo, dos combatientes de incendios forestales, durante un siniestro en Zacazonapan, motivó a más de 60 trabajadores de la Protectora de Bosques del Estado de México a manifestarse para denunciar las “pobres” condiciones con las que laboran.
Los combatientes intentaron protestar en Palacio de Gobierno; sin embargo, debido a que en el lugar se llevaba a cabo la reunión del gobernador Alfredo del Mazo con el embajador de Estados Unidos, Ken Salazar, la policía estatal les impidió llegar.
Urgidos en hacer eco de sus reclamos, marcharon en contra flujo sobre la calle Hidalgo para llegar a las oficinas de la Secretaría General de Gobierno. “Queremos que nos respeten, que no sólo sea un trabajo temporal porque sólo nos contratan por la temporada de estiaje y el resto de los meses tenemos que buscarle. “Llevo 22 temporadas así, no tengo antigüedad, no tengo derecho a una pensión, cuando ya no estoy en los incendios busco chambas de ayudante de albañil, pero no es justo, ni siquiera ya nos dan buen equipo, ya no podemos”.
Con camisolas rotas, botas de seguridad con las suelas derretidas o despegadas, apenas un cubrebocas que los proteja de la pandemia y del humo, quienes arriesgan su vida lamentan que la coordinación al interior de Probosque los deja en la indefensión y por ello ya murieron dos de sus compañeros.
LA MUERTE DE SANTIAGO Y MÁXIMO
Mientras ayudaban a apagar un incendio forestal en la parte alta del Cerro de San Andrés, del municipio de Zacazonapan, dos brigadistas de la Protectora de Bosques del Estado de México murieron en cumplimiento de su deber el 2 de mayo.
El reporte indica que los cuerpos de los brigadistas Santiago García Morales, de 45 años de edad, y de Máximo Marín Valdez, de 28 años, fueron encontrados con quemaduras en la mayor parte de sus cuerpos.
Derivado de la propagación del siniestro, 50 brigadistas de Probosque arribaron al sitio para combatir el fuego; no obstante, fueron sorprendidos por las llamas que cambiaron de dirección por intensas ráfagas de viento, lo cual complicó los trabajos y provocó la muerte de Santiago y Máximo.
LAS PETICIONES
Los brigadistas apenas ganan 3 mil 400 pesos a la quincena, de su sueldo tienen que solventar comidas e hidratación cuando salen a combatir incendios forestales. “El equipo está en mal estado, es de mala calidad, nosotros estamos expuestos a fuegos extremos, nos quemamos muchas veces las pestañas, tenemos marcas de radiación en la cara, sólo nos dan un equipo al año y no es suficiente.
“Cobramos 288 pesos al día, de ahí nos van descontando impuestos y pues el gasto de nuestros viáticos, nos vamos como con 160 pesos. Hacemos nuestro trabajo por amor, por pasión, pero queremos condiciones justas, mejor equipamiento. Tenemos compañeros que se han quedado asmáticos”.
Lamentaron que cada dos meses tiene que firmar contratos para evitar que generen antigüedad, además de que son considerados como eventuales, por lo que no tienen derecho a aguinaldo pese a que trabajan arduamente de noviembre a junio poniendo en riesgo su vida. Los combatientes fueron recibidos en la Secretaría General de Gobierno mientras el resto del personal laboró bajo protesta, en espera de que sus condiciones laborales mejoren y que no se tomen represalias contra quienes marcharon como sus representantes.
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